No sabía que foto poner de la quiché de espinacas y queso de cabra y he puesto estas 2 que son las ganadoras de tantas que les he hecho, que me encanta este contraste y más bueno imposible, ahhhh!! y además súper fácil de hacer, sin misterios y lo puedes comer caliente, natural o frío, de todas las maneras está deliciosa. Como entrante o plato único, una delicia de sabores y contrastes.
El queso lo podéis cambiar por curado, azul, gorgonzola...el que más os guste.
INGREDIENTES:
- 1 lámina de masa quebrada o brisé (puede ser congelada o fresca).
- 400 gr, de espinacas cocidas y bien escurridas.
- 8/10 rodajas de queso rulo de cabra de un dedo de grosor o del ancho que deseéis.
- 1/2 cebolla cortada en cuadraditos pequeños.
- 15 gr, de piñones.
- 3 huevos batidos.
- 300 ml nata de cocinar.
- 150 ml. leche (yo le puse semidesnatada y sin lactosa).
- Queso rallado al gusto.
- Sal.
- Pimienta.
- Una pizca de nuez moscada.
PREPARACIÓN:
- En primer lugar precalentamos el horno 180º.
- En un molde apto para el horno desmontable (más abajo os pongo foto) engrasamos Desmoldante de tartas ponemos la masa quebrada que cubra todo el molde y los laterales pinchar con un tenedor toda la superficie de la masa, poner el papel que venía junto con ésta por encima y horneamos 10 minutos, retirar el papel y hornear 5 minutos más.
- Mientras en una sartén pochamos la cebolla y los piñones, una vez pochado incorporamos las espinacas, salpimentamos y lo doramos todo junto para que coja mas sabor.
- Una vez terminado pasamos a un bol donde añadiremos los 3 huevos batidos, la nata, leche, la pizca de nuez moscada y salpimentamos, mezclamos bien para que quede todo integrado; volcamos todo en la base de la masa, espolvorear con el queso rallado y poner las rodajas de queso de cabra por encima, horneamos a 180º , aproximadamente unos 35 minutos o hasta que la veáis doradita, altura media.
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